Compré mi primer libro de Alfonso Mateo-Sagasta atraído por su título: El olor de las especias. Caminaba con Natalia por la peatonal de Córdoba y nos detuvimos en las vidrieras de Maidana libros (como nos detenemos hasta hoy ante cualquier vidriera de libros). Allí, de entre los centenares de tapas, lomos y afiches nos llamó la atención un título que parecía remitir a nuestro placer por cocinar y comer. Ya en el interior, la explicación de tapa terminó por convencernos: “el apasionante periplo de cuatro caballeros por la España musulmana”. El relato histórico de Sagasta es fantástico y su belleza hizo que, apenas terminado, saliera por las librerías a buscar otra obra de él. Así, compré Ladrones de tinta, el libro del cual robé el título para el micro de radio.
