lunes, 25 de agosto de 2008

Presentación de "La misión Tetu en el Comahue"

El sentido de la impunidad

En el marco de la V Feria del Libro de Cipolletti se presentó "La misión Tetu en el Comahue", de Humberto Zambon. Ante una sala colmada, el autor conversó con el público sobre el paso de Remus Tetu por la Universidad.




"Puede extrañar que alguien que tiene una inclinación por la Economía se haya puesto a hacer un relato histórico de los hechos locales. La causa es que los estudiantes con quienes tengo contacto a diario tienen una ignorancia total de la historia de su propia universidad. Y el desconocer la historia puede ser muy peligroso.
"El libro es un relato en función de la propia experiencia, pero no es anecdótico sino que hay una búsqueda de todo lo que está escrito en los archivos y, fundamentalmente, en los diarios de la época.

"En el año 1953, con 18 años, llegué al Instituto Tecnológico del Sur en Bahía Blanca. Yo venía de Comodoro Rivadavia, un pueblo de 15 mil habitantes, y mi primer experiencia universitaria, recién llegado, fue una clase con Remus Tetu que hacía un año que estaba en el país. Y él dice: “Aquí tienen la mapa”. Entonces los ciento y pico que éramos le corregimos: “el mapa”. A lo que él siguió: “Aquí tienen el mapo”. Claro, al rumano le habían enseñado que en castellano la “a” es femenino y va con el artículo “la”, y que el artículo “él” va con “o”.

"Tetu llegó a Argentina en el año 1952 y fue nombrado profesor universitario en el Instituto Tecnológico del Sur por decreto del Poder Ejecutivo Nacional. El único certificado que tenía era del Instituto Rumanos Libres de Nueva York y que decía que se había licenciado en Derecho y en Filosofía. Si la guerra le había estallado cuando tenía 19 años (1939) y durante el periodo de preguerra y la guerra, según sus propias expresiones, había participado de los grupos fascistas en Rumania, no pudo haber realizado ninguna actividad académica por un problema de edad. De todas formas fue nombrado y en dos años consiguió la ciudadanía argentina. Posteriormente, en 1956 fue dejado cesante por la falta de formación académica y se dedicó a dar clases en escuelas secundarias de Bahía Blanca.

"Muchos años después, en 1975, fue nombrado interventor de la Universidad Nacional del Sur y de la Universidad Nacional del Comahue. Yo en ese momento era decano de la Facultad de Economía y Administración y en cuanto conocí su designación presenté la renuncia. El 16 de enero los alumnos me avisan que iban a hacer una asamblea porque a otro día asumía Tetu e iban a resistir. Después de la asamblea, me llaman por teléfono; el interventor quería hablar conmigo. Cuando entré lo primero que me dijo fue: “¡qué linda remera que tenés!”. Y siguió: “anoche hubo una asamblea, se dijo esto, esto y esto... y vos no dijiste nada. Vos no podés estar en una asamblea contra mí. No hay más asambleas en esta Universidad y ustedes son los responsables de que no haya una sola reunión”. Y sentenció: “mirá, yo te quiero mucho pero no me gustaría que te pase nada y te podrían pasar cosas muy feas.”
A los pocos días se comunicó la cesantía de docentes y no docentes con lista que no se hizo pública.

146 cesantías
"No hay un número exacto de cesantías. Una resolución dejó cesantes a 46 empleados no docentes. Otra, a 75 docentes. Pero en una declaración que hace el sindicato docente de la época (UTEUCO) se habla de 146 cesantes. Porque había dos sistemas: la cesantía legal, por resolución; y la cesantía encubierta, la no renovación de contratos. Una tercera forma fue la renuncia bajo amenazas.
"El vaciamiento universitario comenzó a generar conflictos estudiantiles; los estudiantes reclamaban clases. Entonces Tetu, con un criterio económico, llamó a concurso con una inscripción que implicaba la expresa renuncia a protestar y reclamar, y el compromiso de acatar la resolución del jurado. El sistema era más económico que el actual, donde se llama a 3 personas, ya que él era el único jurado.
"Aquí quiere repetir la experiencia del Bahía Blanca y nombró para trabajar en Obras públicas de la Universidad a Raúl Guglielminetti, cuya verdadera tarea fue la de guardaespaldas. En poco tiempo nombró a su esposa y hasta los familiares de los colaboradores. Y comete un sinfín de irregularidades que después fueron descubiertas por el Tribunal de cuentas de la Nación. Por esto se lo condena por administración fraudulenta. Entre las muchas irregularidades está su autodesignación como profesor titular con dedicación exclusiva de la cátedra de Sociología de la Universidad del Sur. También cobraba viáticos dobles, por la Universidad del Sur y por la Universidad del Comahue. Es el sentido de la impunidad llevado al extremo.

"Tetu vivió entre Neuquén y San Martín de los Andes. Se le hizo un escrache, la Universidad lo declaró persona no grato en el año 1999 y se fue a Rumania afectado por una demencia senil, donde murió en el año 2003."


El autor por Pedro Dobrée
Humberto Zambón es una figura conocida por muchos de nosotros. Pocos comentarios tendré que hacer para que ustedes tengan noticias del autor del libro que hoy se presenta. De todas formas quiero resaltar el carácter multifacético de mi amigo y algunas de sus circunstancias de vida.
Humberto es un profesional de las ciencias económicas. Y son dos los títulos que ha obtenido por sus estudios universitarios: Contador público nacional y Licenciado en Economía, ambos por la Universidad Nacional del Sur. Como uno y como otro ha ejercido ampliamente en Comodoro Rivadavia, Trelew y Neuquén. Es también docente de las universidades nacionales del Sur y del Comahue, donde es profesor consulto.Finalmente es político. Desde joven es un firme militante del Partido Socialista. Y no sólo es autoridad en el nivel provincial sino que además es un respetado dirigente nacional. Su posición política no ha sido sólo una ubicación intelectual sino que ha asumido reiteradamente responsabilidades de gobierno.
Pero luego de leer su libro, si tengo que elegir una faceta de su rica personalidad para explicar quien lo ha escrito, elijo la del docente. El libro es ameno, y alumbra un particular espacio del tiempo histórico de la región con claridad.
Humberto y yo trabajamos juntos en la Universidad y juntos fuimos echados por quien hoy es la razón de este libro. Siento por él una cálida amistad, respeto por sus conocimientos profesionales y admiración por su trayectoria y sus aptitudes.